"El río", de Débora Mundani

 ¡Buen sábado! Hoy les comparto mi opinión acerca de "El río", de Débora Mundani 🌊

OPINIÓN PERSONAL: 4/5 🌟

Tomando como paisaje al Delta del Paraná, que nace a la altura de la ciudad de Diamante, en la provincia de Entre Ríos (Argentina), Débora nos cuenta la historia de Horacio, cuya madre acaba de morir dejando como última voluntad ser enterrada en su pueblo natal, Trinidad, en un punto limítrofe entre su provincia y Corrientes. Para cumplir con ella, Horacio, criado en el delta, pero sin haberse aventurado nunca más allá de los arroyos y riachos de la zona, remontará el río abierto por primera vez en un viaje que parecerá interminable e incluso sin sentido cuando la naturaleza se imponga con violencia.

El tercer personaje central es Juan, que, buscando trabajo a los 16 años, termina embarcado con destino al yerbal. Al llegar caminará durante horas bajo el sol, metiéndose en la selva y en una esclavitud disfrazada de contrato, obligado a trabajar a un ritmo inhumano marcado por latigazos, viviendo y presenciando engaños y estafas entre los tareferos (personas que cosechan artesanalmente la yerba mate, con una tijera) atrapados en una maquinaria que los destroza. Su relación con Helena y Horacio se va develando en el transcurso de la narración.

Una lancha, el motor tronando para navegar río arriba, un arroyo llamado “Espera”, una lluvia infinita, la crecida y sus objetos y un hombre cumpliendo una promesa hecha a su madre. Historias que se cruzan en encuentros y desencuentros.

La autora concentra en poco más de cien páginas, imágenes memorables valiéndose de gran poder lingüístico, poético y narrativo: la soledad que experimenta el protagonista en su lancha, con el ataúd de su madre; una casuarina que cae de raíz sobre el río; el agua mordiendo la tierra; el mate en la mano y la mirada en movimiento. El narrador omnisciente se retrae y deja que hablen los paisajes y los personajes, mediante diálogos y acciones y dejándonos entrar en sus recuerdos, pensamientos y sensaciones.

La lectura es muy ágil. Es un relato tan bello como crudo y melancólico, que habla de la soledad, la espera, la vejez, la muerte, la pérdida y el afecto. Provoca agobio y desolación a la vez, mientras nos movemos por sus páginas al compás de la masa de agua que ocupa todo.