Un mundo feliz, de Aldous Huxley

¿Cómo están? Hoy paso ligero, a compartirles una nueva reseña. Esta vez le toca el turno a un clásico que hace mucho tenía ganas de leer: "Un mundo feliz", de Aldous Huxley.

Prometo prontito organizarme para dedicarle un tiempo a la parte visual del blog, acostumbro escribir en Word para hacer una revisión antes de compartir las reseñas y, al copiar y pegar aquí, la plataforma se divierte desarmándome el esquema. En fin, ¡a lo importante!

SINOPSIS: “La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje.”




OPINIÓN PERSONAL: La historia transcurre en el año 632 Después de Ford. Los habitantes de Londres viven felices en un mundo, como mínimo, inquietante: los seres humanos son engendrados en probetas y tubos de ensayo con dosis exactas que condicionarán su vida en general y no podrán ser capaces siquiera de imaginar nada diferente a lo que su “programación” les dicta, puesto que implicaría poder ir en contra del propio ADN.

Los niños son condicionados de manera atroz desde bebés: como ejemplo, reciben descargas eléctricas al ser situados delante de ciertos objetos para que, de mayores, los repelan, o reciben golosinas al ser enfrentados a escenas que causan desolación, además de que se encuentran expuestos a situaciones de índole sexual.  Los conceptos de “padre” y “madre” dejan de tener cabida, puesto que es obsceno y reprobable tener una única pareja de larga data en lugar de ser promiscuos. Otra herramienta de alienación dentro de este “mundo feliz” es el soma, una droga que permite olvidar las situaciones problemáticas o angustiantes, recuperando así la felicidad de manera inmediata.

La sociedad, además, se encuentra dividida en castas, dentro de las cuales cada individuo sabe qué tiene que hacer, cómo y por qué para ser útil: trabajo para el que están literalmente hechos y que llevan a cabo sin plantearse nada.

Entre estos “seres civilizados” nos topamos con Lenina, Fanny, Henry Foster… pero también con seres disconformes, incapaces de alcanzar la felicidad, personificados en Bernard Marx (llamado así, seguramente, en contrapunto con el “Fordismo”, el capitalismo, el consumismo), nacido como Alfa pero considerado anormal y defectuoso por ser más pequeño de lo normal y muy inteligente: mientras estaba en proceso de condicionamiento, recibió una dosis de alcohol en su mezcla, resultando diferente al resto y, por esto mismo, atacado y tachado automáticamente de peligroso. Este hombre intenta por todos los medios encajar en la sociedad, pero no lo logra. 
También existen los “salvajes”, como contraposición a los “civilizados”: están representados en la figura de John, un salvaje hijo de una mujer civilizada que se perdió en la tierra de los primeros durante un viaje y que es llevado nuevamente a la civilización por Bernard. John, como es fácil suponer, es la cara opuesta a la alienación y la infelicidad; un lector avezado de William Shakespeare, defensor de la libertad, el amor, el humanismo, frente a un mundo donde lo antiguo está prohibido y donde sólo importa la producción en cadena de nuevos seres humanos alienados que únicamente se preocupen y ocupen de consumir “lo nuevo” y aislarse de la infelicidad mediante la ingesta de soma. 
La inconformidad que ambos personajes sienten es lo que los lleva a entablar amistad.

En fin, para ir cerrando: es una novela llena de crítica social, bastante dura. Es fuerte ver que una sociedad pague un precio tan alto por ser feliz, a costa de su completa libertad, a costa del amor y de la familia, del arte... En lo personal, me quedé desilusionada con el final, pero no se preocupen porque nada tiene que ver mi inconformismo con la trama, si bien por momentos me resultó algo densa. De todos modos, pienso que es una lectura recomendable.

CALIFICACIÓN: 3/5

¿Lo conocen? ¿Qué opinión les merece? ¡Los leo!