"Descubrí que estaba muerto", de Joao Paulo Cuenca

"Descubrí que estaba muerto", de Joao Paulo Cuenca 🔍

5/5🌟

El autor se enfrentó realmente a este dilema años atrás, cuando luego de una pelea con unos vecinos fue citado a la comisaría, donde recibió la noticia de su muerte. Decidió convertir la anécdota en este libro, según dice, para encontrarle algo de sentido.

El último sábado de abril de 2011 a las once de la mañana una llamada de la policía le informa que aparentemente, estaba muerto desde hacía tres años: el 14 de julio de 2008, día en que se hallaba en Roma presentando la versión italiana de su segunda novela.

La obra está narrada en primera persona con un lenguaje simple y cierto suspenso con el que invita al lector a adentrarse, aunque al comienzo promete mucho y luego comienza a apagarse. Mezcla ficción con realidad en un relato en el que, además, hace una radiografía de Río de Janeiro en 2013, que vivía la efervescencia previa a los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol, narrando con nostalgia cómo se erigían nuevos edificios que no sólo ignoraban la tradición de la ciudad en cuanto a construcciones, sino que generaban una especie de exilio interno entre las personas que debían desalojar sus viviendas a causa del negocio inmobiliario que busca derrumbar zonas enteras de la ciudad, azotada por la miseria, la delincuencia y la corrupción. En una de esas edificaciones es donde se halla el supuesto cadáver de Cuenca.

El personaje de Cuenca es cínico: un escritor que no escribe pero se la pasa de congreso en congreso y desprecia y rehúye a su círculo más íntimo. Describe con ironía las reuniones de intelectuales donde se solía mover: fiestas del medio intelectual y artístico con una sensación de aislamiento y alienación.

Cerca del final, Cuenca decide comprar un apartamento en el lote que fue lugar de su fallecimiento y luego se convirtió en un conjunto habitacional, para superar así la etapa de su “muerte”.

Es una historia curiosa, intrigante, un policial con un juego de dobles: el autor Cuenca y el narrador, Cuenca, también es detective: con el correr de las páginas retoma en varios momentos la investigación para conocer detalles sobre su “muerte”, intentando desentrañar su propia identidad. Los capítulos son cortos y el vocabulario hace muy dinámica la lectura, los escenarios y personajes (pocos, además del protagonista) están muy bien descritos. 

Además del libro, Cuenca protagonizó la película “La muerte”, que aún tengo pendiente ver. 

🧐 ¿Habían oído hablar de esta historia? ¡Lxs leo siempre! ♥️✨

Comentarios

Popular

"El buscador de finales", de Pablo De Santis

"Caos", de Magalí Tajes

"Falta una vida para el verano", de Leandro Gabilondo